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LOS ABEJORROS Y LA POLINIZACIÓN

El término "abejorro" designa un grupo de animales de la Clase Insecta, Orden Hymenoptera (insectos con alas membranosas), superfamilia Apoidea y familia Apidae , a la cual también pertenecen las abejas de la miel que todos conocemos.
En esta sección se tratan dos géneros que pertenecen sin embargo a diferentes subfamilias: Bombus (subfamilia Apinae) y Xylocopa (subfamilia Xylocopinae), a los cuales pertenecen respectivamente el abejorro común (Bombus terrestris) y el abejorro carpintero, abeja carpintera o tabarro como en algunos lugares lo llaman (Xylocopa violacea). Mientras que el abejorro es un insecto social, la abeja carpintera es solitaria y no funda colonias.
Bombus terrestris sobre una flor, en el Parque Natural de Collserola

Hace ya tiempo que se observó que tanto los abejorros del género Bombus como las abejas carpinteras eran unos excelentes polinizadores.
La polinización es el proceso por el que el polen de una flor va a depositarse en el pistilo de las flores de la misma planta o de otras plantas más alejadas de la misma especie; en este último caso de habla de polinización cruzada, que requiere de un transporte del polen, a través frecuentemente de los insectos libadores, generalmente de forma involuntaria; otros animales como pájaros o incluso murciélagos también pueden transportar el polen. Pero en este Blog sólo interesa la polinización que llevan a cabo los abejorros.


Los abejorros son insectos extremadamente útiles debido a su gran labor polinizadora, superior a la que llevan a cabo las abejas.
Cada obrera de Bombus terrestris visita un gran número de flores en busca del apreciado néctar y polen, más que las que puede visitar una obrera de Apis mellifera. Su jornada es más larga porque comprende más horas, desde las primeras de la mañana hasta las últimas de la tarde. Esto se debe a que el abejorro cuenta con mucha pilosidad en su cuerpo: un vello corporal aislante que le ayuda reducir la tasa de pérdida de calor. En consecuencia puede visitar flores en los momentos del día con temperaturas menos altas, sin ningún problema y sin encontrar la competencia de los otros insectos que, para hacer lo mismo, necesitan de mayor calor ambiental.
No es de extrañar entonces que en muchos lugares ya se prefieran los abejorros como polinizadores antes que a las propias abejas.
En Europa se emplean abejorros de la especie Bombus terrestris para efectuar la polinización de los tomates de invernadero porque estos insectos llevan a cabo la "polinización por zumbido" o vibratoria. Lo que ocurre es que la flor del tomate solamente suelta el polen mediante vibración, lo que convierte al abejorro en su polinizador ideal, debido a su tamaño y su gran capacidad vibratoria.
Además, el abejorro tiene una lengua, o probóscide, más larga que la de la abeja, lo que lo hace también más eficaz para polinizar las flores de ciertas plantas.

Por la morfología de sus flores, muchas especies de plantas, como por ejemplo el acónito que crece en las altas montañas, sólo pueden ser polinizadas por los abejorros. En las siguientes fotos aparecen dos especies de abejorro visitando flores de acónito Aconitum napellus:
Abejorro de la especie Bombus mesomelas
Bombus ruderarius, tal vez el más común de los abejorros en el Pirineo Oriental.

Ambas fotografías tomadas en Valle de Nuria, Queralbs, Girona

Bombus terrestris, un excelente polinizador

La especie Bombus terrestris es tal vez la más empleada por el ser humano para la polinización con fines comerciales, aunque no la única, debido a varias razones, una de las cuales es su amplia distribución geográfica (de forma natural, en la región Paleártica -centro y sur de Europa, norte de África y algunas islas-, y como especie introducida, en numerosos lugares y países -Nueva Zelanda, Tasmania, Chile, México, Japón, y en expansión hacia otros como Argentina-). Bombus terrestris se muestra como un excelente polinizador de cultivos hortícolas (tomate, berenjena, calabacín, pimiento), herbáceas (alfalfa, trébol rojo), frutales (kiwi, níspero, aguacate, almendro) y diversas plantas ornamentales. La introducción de abejorros en invernaderos se llevó a cabo por vez primera en Bélgica, en el año 1987, para después extenderse a otros países europeos, como Holanda, Francia, Gran Bretaña o Italia, e incluso a países de fuera de Europa.
La comercialización de especies de abejorros para fines polinizadores, sin embargo, tiene su lado negativo. Ocurre que se emplean especies que no son nativas del lugar, y accidentalmente se escapan algunos ejemplares que acaban estableciéndose en la nueva región o país, como especie alóctona y a veces invasora. Éste ha sido por ejemplo el caso de Bombus terrestris en Japón y Tasmania, lugares en los que se ha extendido. La introducción, deliberada o accidental, de una especie nueva en un ecosistema siempre puede comportar un riesgo para las especies nativas del lugar. Si queremos hacer las cosas bien, lo correcto es entonces emplear para fines polinizadores únicamente especies de abejorros autóctonas.

Otros himenópteros muy interesantes desde el punto de vista de la polinización son los mencionados del género Xylocopa, también conocidos como "abejas carpinteras".
Los abejorros de este género no forman colonias, si bien algunas especies pueden presentar estructuras sociales simples (madre e hijas que viven juntas y se organizan el trabajo), porque la mayoría son solitarios. El género comprende más de 300 especies distribuidas por muchas partes del mundo. En la Península Ibérica es bastante común la Xylocopa violacea llamada abeja carpintera o abejorro azul, fácilmente reconocible por su gran tamaño y su oscuro color, negro y con las alas de preciosos reflejos azules y violetas. También es un formidable polinizador, que en la época de la floración no puede parar de volar de flor en flor en busca del néctar y el polen, ayudando en gran manera a la fertilización de las plantas por la gran cantidad de flores que visita y los pelos de su cuerpo a los que queda pegado el polen.
La importancia polinizadora de las abejas del género Xylocopa viene por dos características básicas:
a/ La constancia; parece que estas enormes abejas no se cansan nunca de volar y visitar flores, y
b/ El tamaño grande de estos insectos, lo que les permite llevar de una flor a otra gran cantidad de polen.

Una Xylocopa en su labor polinizadora
P.N. de Collserola.

Las abejas carpinteras son tan buenas en su labor, que en varios lugares del mundo se emplean como polinizadores en cultivos comerciales valiosos para los humanos, así en Oriente Medio son importantes polinizadores del algodón, y en Australia se las emplea para la polinización de los tomates.

Xylocopa incluye también la única abeja realmente nocturna, capaz de volar en noches sin luna: X. tranquebarica (Fabricius 1804), difundida por el sur de Asia. Sucede que ciertas plantas presentan una polinización nocturna, exhalando fuertes fragancias para atraer a los polinizadores de la noche, habitualmente polillas y murciélagos, pero también ciertos himenópteros como ahora el mencionado abejorro Xylocopa tranquebarica. Otras abejas y abejorros (como Xylocopa tabaniformis) no son tan estrictamente nocturnos pero sí capaces de volar y explorar en condiciones de escasa luz, por ejemplo durante el crepúsculo o incluso en algunas noches claras de luna llena.


"Los abejorros son mejores que otros insectos en la polinización de algunas plantas como tomate, arándano, manzana y pera. Así que si queremos seguir disfrutando de una dieta saludable y variada, debemos respetar nuestros abejorros"
(Juliet Osborne, investigadora de la Universidad de Exeter, en Inglaterra)